Al presidente Pedro Sánchez le encanta visitar Nueva York. Pero este lunes ha hecho una apuesta fuerte para que Donald Trump no le invite a la Casa Blanca.
En su intervención en la Universidad Columbia no ha citado al presidente estadounidense por su nombre, pero tampoco ha hecho falta para erigirse en el ariete de la doctrina antiTrump, mostrando desacuerdos en inmigración, comercio, la guerra de Gaza o la libertad de expresión.
“La inmigración para nosotros no es una fuente de miedo ni una amenaza., sino que es una fuente de esperanza y de oportunidad”, ha dicho en un ambiente de entrega absoluta del entrevistador, que lo ha descrito como un gran superviviente de los avatares políticos.
Esta fue la primera muesca del ataque frontal a la política del líder conservador. La lucha contra