La sorpresa no está ya en que suba el precio de la carne de vacuno o de los terneros. Extrañamente es algo que se da por hecho. Cada semana. Y que si se sientan en una Lonja, la que sea, sube. Y si no lo hace, por lo que sea, se queda atrás. Que se paga ese lo que sea y sin mirar lo que sea. Que antes se subía céntimo a céntimo y ya no da tiempo. Que esto es un dónde hay que firmar. Siempre es poco, aunque para otros les resulte siempre mucho.

Se asume que no hay ganado. También, que no lo habrá pronto. Y es por algo así como que las vacas están muy caras y se ve bien lo de vender. Como oportunidad. Como el tren que llega y se va. Se suben. Y no está el ganadero por la labor de tener más vacas. Por si acaso. Y ese por si acaso se llama Mercosur. Y se llama Trump. Y se llama sanidad animal

See Full Page