El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, realizó un contundente discurso ante la Asamblea General de la ONU, donde advirtió que los países "se están yendo al infierno" debido a la migración. En su intervención, Trump cuestionó la efectividad de la ONU, acusándola de financiar a migrantes que ingresan ilegalmente a Estados Unidos. Afirmó que sus políticas antiinmigrantes han reducido la migración irregular, lo que, según él, ha permitido que los estadounidenses "vivan tranquilos".

Trump declaró: "La ONU no resuelve problemas, sino que genera problemas. Apoya a personas que llegan ilegalmente a Estados Unidos y que luego nosotros tenemos que expulsar". En su discurso, mencionó que la ONU ha presupuestado 372 millones de dólares para ayudar a 624 mil inmigrantes en su camino hacia Estados Unidos, proporcionando comida, refugio y transporte.

El mandatario también advirtió que la migración "será la muerte de Europa" y llamó a poner fin a las fronteras de puertas abiertas. Además, defendió su decisión de designar a los cárteles como terroristas y destacó su ofensiva contra el tráfico de drogas en el Caribe, afirmando que ha logrado detener el ingreso de drogas por mar.

Trump se mostró escéptico respecto a las preocupaciones sobre el cambio climático, afirmando que "la huella de carbono son pamplinas" y defendió su salida del Acuerdo de París, promoviendo el uso de "limpio y bellísimo carbono".

En cuanto a la política de aranceles, Trump aseguró que Estados Unidos ayudará a otros países de manera "justa y recíproca", argumentando que otras naciones imponen gravámenes sin control. Anunció que se reunió con el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y que acordaron un nuevo encuentro. Sin embargo, defendió los aranceles impuestos a Brasil, afirmando que el país sudamericano "va mal" y que solo mejorará si coopera con Estados Unidos.

El presidente concluyó su discurso enfatizando la necesidad de fronteras firmes y el uso de fuentes de energía tradicionales para la supervivencia de las naciones. "Juntos, defendamos nuestro deber sagrado para con nuestros pueblos, protejamos sus fronteras, garanticemos su seguridad", instó Trump, cerrando con un llamado a construir un mundo más seguro y próspero.