Flavia Palmiero fue durante décadas una figura emblemática. Su rostro estuvo presente en televisión desde los años ochenta, marcando generaciones con programas como La ola verde. Sin embargo, su vida familiar siguió un camino muy distinto al de los flashes y las alfombras rojas. Giuliana Battellini, su hija mayor, es prueba de ello, una mujer que eligió construir su identidad profesional lejos del mundo mediático, apostando por la arquitectura como forma de expresión y trabajo.

Giuliana nació cuando Flavia Palmiero tenía apenas 23 años, en pleno auge de su carrera como conductora infantil. Desde entonces, la joven creció en un entorno donde la exposición pública era parte del día a día, pero nunca formó parte activa de ese mundo. Según reveló la propia actriz en entrevistas recientes,

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