Desde la pandemia, el teletrabajo se ha convertido en una modalidad habitual para muchas empresas. Sin embargo, para nadie es un secreto que también plantea desafíos en la comunicación y a veces, en la productividad. Un ejemplo reciente y bastante controversial tuvo lugar en Itaú, el mayor banco de Brasil por activos, con aproximadamente 100.000 empleados.
La historia se remonta a la semana pasada cuando la institución, después de meses de evaluar la productividad de su personal en remoto mediante herramientas de monitoreo digital decidió despedir de manera sumaria a 1.000 trabajadores por una supuesta "baja productividad".
Lo ocurrido sienta un precedente que preocupa tanto a la entidad como a los empleados, pues según datos de Bloomberg, el 60 % de la plantilla de Itaú mantiene algún t