“Yo quiero que el Quindío tenga presidente y tenga doliente. Quiero que el Quindío sea visto con buenos ojos, que se convierta en el departamento mimado del presidente . Sueño con un presidente que le dé la mano al Quindío, que lo haga brillar con inversión dentro y fuera del país. Que ponga los ojos en nuestra tierra para ayudarnos a recuperar las instituciones que han sido secuestradas por la mafia y devolvérselas a la gente. Que el nombre del Quindío deje de asociarse con corrupción y vuelva a ser sinónimo de trabajo y orgullo.”
Con estas palabras, Pablo Jaramillo Arango anunció su renuncia a la Gobernación del Quindío, después de un año y medio de gestión, para asumir la dirección política de la campaña presidencial de Juan Guillermo Zuluaga, exgobernador del Meta y conocido en