El Servicio Secreto de Estados Unidos desmanteló una red de dispositivos electrónicos que representaba una “amenaza inminente” para las telecomunicaciones en el área triestatal de Nueva York, justo a pocos kilómetros de la Asamblea General de la ONU.

Según el organismo, estos aparatos estaban siendo utilizados para ejecutar amenazas telefónicas “dirigidas a altos funcionarios del gobierno estadounidense” y podrían haber facilitado ataques más amplios, como la desactivación de torres de telefonía móvil o la comunicación cifrada entre actores maliciosos.

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Durante la operación, se identificaron más de 300 servidores SIM en un mismo lugar y alrededor de 100.000 tarjetas SIM distribuidas en

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