El futuro de Vaca Muerta está atado a cuatro grandes pilares: tecnología, innovación, insumos confiables e infraestructura de calidad. La cuenca neuquina ya demostró su potencial geológico, pero los especialistas advierten que no alcanza con lo que ocurre debajo de la tierra. Para que la producción gane escala y competitividad global, es imprescindible sumar inversiones que consoliden toda la cadena de valor.
En ese sentido, Vaca Muerta se perfila como uno de los motores económicos más importantes del país, pero también como un desafío de organización y planificación . Se calcula que, en un escenario de desarrollo medio, se necesitarán inversiones por al menos 150 mil millones de dólares en los próximos quince años. La construcción de ductos, plantas de procesamiento y sistemas de t