Todos queremos comprender el mundo que nos rodea. Unos buscan más claridad sobre la guerra en Gaza, otros sobre lo que nuestro gobierno está haciendo respecto a la atención médica de la que depende nuestra familia. Quizá sea saber algo tan simple como si ha habido cambios en el recorrido del autobús que usamos todos los días. No importa si el tema es trascendental o mundano: tenemos derecho a recibir noticias en las que podamos confiar.
A todos nos ha pasado: de repente aparece en nuestro 'feed' un video asombroso o una noticia impactante que parece imprescindible compartir. Pero ahora debemos preguntarnos constantemente si es real o generada por la inteligencia artificial (IA).
La producción de la IA es hoy tan convincente, y moldea tanto de la información que consumimos, que corremos e