La afición, acostumbrada a explosiones ofensivas, solo atinaba a mirar cómo los Medias Rojas de Boston tejían su victoria con precisión quirúrgica.
Fue en la sexta entrada cuando el venezolano Carlos Narváez descargó un doblete al jardín derecho que selló el destino del partido. Dos carreras cayeron como balde de agua fría para los Azulejos, que apenas lograron tres hits durante todo el encuentro. "No estamos encontrando el timing. La pelota parece invisible", admitiría después el manager de Toronto en conferencia de prensa.
Los números no mienten:
Kevin Gausman (10-11) cargó con la derrota al permitir 4 carreras en 5.2 entradas.
Los Medias Rojas aprovecharon 9 hits, incluyendo dos remolques de Nathaniel Lowe .
El relevista cubano Aroldis Chapman cerró con autoridad su sa