Martín Rodríguez Río es un artista que decidió mezclar el vino tradicional de su amada Mendoza con su pasión por el dibujo . Entre aciertos y errores, descubrió que puede unir sus dos pasiones en un cuadro, expresando la melancolía y felicidad de sus recuerdos en la provincia . “Elijo los paisajes donde yo me críe. En la semana, vivía en la ciudad y, los viernes, mi padre nos llevaba al campo, a los lagos de San Rafael, o a la finca de mi familia. Esos recuerdos felices que me quedaron los pinto, y son una terapia de sentimientos lindos que me hacen volver a mi esencia”, expresó a El Destape .

Desde muy chico vio a su hermano mayor dibujar, y lo acompañó tirando líneas sin ningún tipo de sentido que, con el tiempo, fueron formando cuadros. Sin embargo, decidió ir por el diseño

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