La fiesta no es un lujo: es una necesidad del espíritu
Henri Lefebvre
La celebración, en todas sus acepciones, es uno de los actos colectivos e individuales más significativos en cualquier cultura y uno de los ritos fundamentales para darle sentido a la vida.
Entendida como un acto solemne, sagrado o festivo, e incluso como un estado de ánimo, la celebración es indispensable para la dignificación humana y la exaltación del alma. Una persona que no celebra claudica de vivir; un pueblo, se adormece y se vuelve sumiso.
La celebración es uno de los actos más antiguos de la humanidad. A través de rituales y fiestas que detienen el flujo ordinario de los días, se abre un espacio para la resignificación de la vida, la renovación de las relaciones y la cohesión social. Se trata de un pilar fun