La recta final de septiembre se inicia con gran cantidad de patatas aún sin cosechar en Salamanca -apuntan incluso a más del 50 %- y esas prisas por dejar las tierras libres y prepararlas para las próximas siembras afectan al precio actual. También, y como ha ocurrido prácticamente en toda esta campaña, la falta de demanda, con abundante patata francesa en el mercado, hace que no haya salida y que a estas alturas, si bien hay variedades que pueden defenderse -como la agria de calidad- otras no encuentran ya salida.
A esto se une que las producciones no son altas en esta provincia, están en torno a los 40.000 kilos, y hay más abundancia que otras campañas de las de tamaño reducido, lo que añade dificultades a la comercialización.
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Las variedades rojas han caído de precio, con comp