Por: Daniel Santos Flores 24/09/2025 08:10:00
En la historia de la política moderna hay frases que trascienden campañas y se convierten en lecciones universales. Una de ellas es “It’s the economy, stupid” , acuñada por James Carville durante la campaña de Bill Clinton en 1992. Aquella sentencia sirvió como recordatorio de que, más allá de victorias diplomáticas o trofeos internacionales, lo que verdaderamente define la decisión de los ciudadanos son los problemas que golpean directo en el bolsillo. Esa idea, simple, pero demoledora, volteó una elección que parecía imposible y le abrió paso a Clinton en la Casa Blanca.
Con esa base es que hoy, a mi criterio, puedo decirles que no es Trump, no es Rubio, no es la oposición, no es la elite económica la que empuja a tomar decisiones, n