Cuando Karla Rendón, la conocida “DJ Kickit” llegó a Estados Unidos desde México tenía apenas dos años. Sus padres, sin conocidos y sin hablar inglés, tocaban puertas en San Antonio buscando trabajo.
“Conmigo, de dos años, en brazos o en un stroller… tocaban y decían, oye, ¿no necesitas alguien que te cortara la yarda? ¿No necesitas alguien que limpiara tu casa?”, recuerda.
A pesar de la escasez económica, sus padres le dieron un legado invaluable: “Mi mamá y mi papá me enseñaron mucho, no solo a valorarme a mí misma, (también sobre) trabajar duro para lo que yo quiero”.
REFUGIO
Desde pequeña, la música fue un refugio. Tocó la flauta, el violín y la batería en la escuela e incluso grababa canciones en casetes para escucharlas una y otra vez. Sin embargo, al inicio no quería ser DJ, su