La vasca CAF se encuentra en el punto de mira internacional por su participación en el proyecto ferroviario de Jerusalén, que conecta asentamientos israelíes considerados ilegales por Naciones Unidas. La presión sobre la compañía se ha intensificado tras aparecer citada en un informe oficial de la ONU sobre empresas que se benefician de la ocupación.
Un proyecto en disputa . CAF forma parte desde 2019 de un consorcio con la israelí Shapir para construir y ampliar las líneas Roja y Verde del tren ligero de Jerusalén . El proyecto, valorado en 1.800 millones de euros, incluye 27 kilómetros de nuevas vías y 50 estaciones que conectan asentamientos en Cisjordania con Jerusalén Oeste. La empresa vasca se llevaría más de 500 millones de euros por construcción y equipamiento, además de