El escenario internacional atraviesa un proceso de reequilibrio geopolítico marcado por el cambio en las relaciones entre el Norte Global y el Sur Global. Mientras las potencias tradicionales (Estados Unidos, Europa y Japón) buscan mantener su influencia, los países emergentes de América Latina, África y Asia consolidan su peso en foros multilaterales y en la economía global. Factores como el acceso a recursos estratégicos, la digitalización y la cooperación Sur-Sur están redefiniendo el mapa de poder. El reequilibrio no es lineal: combina tensiones, alianzas estratégicas y desafíos comunes como la crisis climática y la seguridad energética.

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