El desplazamiento de unos 300 millones de metros cúbicos de magma subiendo desde las profundidades de la corteza terrestre hasta unos cuatro kilómetros de profundidad bajo el lecho marino fue la causa del enjambre de terremotos vivido en la isla griega de Santorini a comienzos de años. Entre el 26 de enero y el 22 de febrero de este año, más de 28.000 terremotos de magnitud superior a 1 —el más fuerte de 5,3 grados— sacudieron la isla, lo que causó la fuga de más de la mitad de sus 25.000 habitantes, aunque no provocaron daños importantes.

Ahora un equipo encabezado por el alemán Centro Helmholtz de Geociencias (GFZ) publica en Nature un análisis geológico exhaustivo de aquella a crisis sísmica. El artículo reconstruye los procesos subterráneos con un nivel de detalle único, revelando que

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