No se cansa el Gobierno de Pedro Sánchez de abrir frentes de guerra con el Partido Popular y con todo lo que tenga que ver con la derecha para defender lo indefendible. Cuando no son los bulos de la «fachosfera» mediática, hay que echar la culpa al «lawfare» judicial; si no son los tintes xenófobos de la oposición, entonces tiran de genocidio sionista para arriba y para abajo, de vuelta y Vuelta; cuando no se inventan una supuesta bomba lapa debajo del coche para fantasear con la muerte del presidente se recurre a Kitchen y Bárcenas; y si nada de eso sirve ya, siempre pueden jugar la carta de Ayuso.

La presidenta de la Comunidad de Madrid se ha convertido en una obsesión para las huestes presidenciales. Corrijo. Más bien para sus cancerberos fieles, los que son y los que no lo parecían. E

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