El Pescaílla volvió a rumbear en la Mercè, una fiesta para conmemorar los 100 años de su nacimiento con la música bien viva del cantante, guitarrista y compositor del barrio de Gracia, que contó este miércoles por la noche con la presencia (testimonial, no se animaron a actuar) de sus hijas Antonia, hija de su primer matrimonio con Dolores Amaya, y Lolita, quien dijo de su padre que era el músico de la casa, “Llevamos la rumba catalana en las venas porque mi padre nos hizo a las dos”.

El padre de la rumba catalana, fallecido en 1999, ya fue homenajeado en el último disco de sus herederos populares, los Estopa, con La rumba del Pescaílla . Pero este miércoles por la noche en la avenida de la Catedral fueron las canciones legadas por el gitano catalán las que provocaron la fiesta entre e

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