El reciente en la capital del Atlántico, en el que nueve personas perdieron la vida y siete más permanecen hospitalizadas tras ingerir licor adulterado, prende las alarmas en el país sobre los peligros de esta práctica ilegal que puede causar secuelas irreversibles en la salud, incluida la ceguera El Instituto Nacional para Ciegos (INCI) recuerda que el consumo de bebidas adulteradas con metanol —un químico extremadamente tóxico— no solo puede provocar la pérdida permanente de la visión, sino también generar daños neurológicos, hepáticos, renales e incluso la muerte.

“Yo quedé ciego a los 27 años después de beber aguardiente adulterado. Pasé tres meses hospitalizado y aunque sobreviví, el daño al nervio óptico fue irreversible”, relata José Audelino Castillo, que vive con las secue

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