El problema del consumo y la distribución del licor adulterado es una historia sin fin en Barranquilla. El epicentro ha sido el mismo, el Centro de la ciudad, Barranquillita, Rebolo, Las Nieves, Simón Bolívar y La Luz.

Los 49 fallecidos, en tres tragedias en 36 años, han sido en su mayoría vendedores ambulantes, coteros o carretilleros.

Hoy se repite la historia de septiembre de 1989 y de mayo de 2002. En esta ocasión al menos 9 personas han muerto y 6 se encuentran internados en UCI, por consumir licor en el sector de El Boliche.

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El toxicólogo Agustín Guerrero, una eminencia de la medicina en la ciudad, que atiende a las personas que se encuentran en UCI en el Nuevo Hospital

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