Asistí hace nada a una exposición sobre la figura de mi hermano Fernando Buesa, organizada por la fundación que lleva su nombre. Mi sorpresa fue que, en ella, no había ninguna referencia concreta a las ideas que inspiraron su actividad como dirigente de los socialistas vascos, siendo así que fue un político original, poco dado a replicar las consignas de su partido. Mostraré aquí dos ejemplos de ello que, seguramente, estuvieron entre lo más destacado de su pensamiento y su acción.
El primero se refiere a su defensa de la posición socialista en el debate sobre el derecho a la autodeterminación que tuvo lugar, en 1990, en el Parlamento Vasco. Allí expresó su oposición «al planteamiento mismo de la autodeterminación como derecho que deba ser proclamado para ser ejercitado por el pueblo vasc