España ha experimentado un notable crecimiento en los últimos dos años, convirtiéndose en la locomotora económica de la Unión Europea. En 2024, las exportaciones de bienes alcanzaron los 384.465 millones de euros, marcando el segundo mejor año de la serie histórica. Las importaciones, por su parte, se situaron en 424.741 millones de euros, lo que resultó en un descenso del déficit comercial del 0,7%, hasta los 40.275,9 millones de euros, según datos del Ministerio de Economía.

La Unión Europea se ha consolidado como el principal mercado para los productos españoles, que cada vez son más demandados. El superávit comercial con los países de la UE alcanzó los 30.285,4 millones de euros el año pasado, lo que representa 14 años consecutivos de superávit. Raymond Torres, director de Coyuntura y Análisis Internacional de Funcas, destaca que "los exportadores españoles han ganado cuota de mercado en la UE en el último lustro", con un incremento del 49% en el valor de las exportaciones totales de bienes y servicios a la UE entre 2019 y el primer trimestre de 2025.

El saldo comercial con la UE ha mostrado un crecimiento, pasando del 3,1% del PIB en el periodo 2015-2019 al 5,4% en 2024. Torres atribuye este buen desempeño a los bajos costes relativos de producción, que han fortalecido el superávit con la UE, impulsando las exportaciones y limitando la elasticidad de las importaciones respecto a la demanda interna. "Los costes laborales descendieron durante el periodo de ajuste posterior a la crisis financiera y el diferencial con respecto a los principales socios comunitarios se ha mantenido sin grandes cambios en el periodo reciente", explica Torres.

Sin embargo, el débil crecimiento de la economía europea podría afectar las cifras del sector exportador español. Torres advierte que "arrastra un crecimiento muy débil, algo que tiende a lastrar el comercio intraeuropeo". Además, la guerra arancelaria iniciada por el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha elevado los aranceles a niveles históricos, lo que podría hacer que las ganancias de cuotas de exportación de España "sean insuficientes para compensar la atonía de la economía comunitaria".

El superávit del sector exportador español en la UE contrasta con el creciente déficit respecto a países no pertenecientes a la UE, que ha aumentado tras la guerra comercial. Según Funcas, en los últimos cinco años, el saldo de la balanza comercial española con estos países ha mostrado un deterioro significativo, lo que plantea desafíos para el futuro del comercio exterior español.