La abrupta decisión del gobierno de imponer un coste de 100.000 dólares (85.000 euros) a los visados H-1B ha sorprendido y confundido a empresarios, estudiantes y trabajadores de Estados Unidos a la India y otros países.
Desde el anuncio, la Casa Blanca ha tratado de tranquilizar a las empresas, diciendo que la tasa no se aplica a los titulares de visados existentes y que sus empleados H-1B que viajen al extranjero no se quedarán tirados, sin poder volver a entrar en Estados Unidos sin reunir 100.000 dólares (85.000 euros). La nueva política entró en vigor el domingo a las 12:01 hora local.
A pesar de los esfuerzos por tranquilizar a la población, “todavía hay gente que recomienda a sus empleados H-1B que no viajen ahora mismo hasta que todo esté un poco más claro”, afirma León Rodríguez