Raúl Ruiz.- ¿Se puede argumentar contra un necio? ¿Un estúpido? ¿Qué entendemos por “necio” y “estúpido”?
El necio suele ser alguien que se aferra a sus ideas sin importar evidencia, lógica o contexto. No escucha, no dialoga: repite. ¡Asegura!
El estúpido, en el sentido más profundo (como lo plantea Carlo M. Cipolla en su “Teoría de la Estupidez”), es aquel que causa daño a otros sin obtener beneficio propio. Es impredecible y, por eso, peligroso.
¿Vale la pena argumentar? Contra el necio, argumentar puede ser inútil si tu objetivo es convencerlo. Pero si tu público es otro —los que observan el intercambio— entonces el argumento se vuelve performance, pedagogía, resistencia simbólica.
Contra el estúpido, el riesgo es mayor. No hay lógica que lo contenga y puede arrastrarte a su terren