El 19 de septiembre, la Fiscalía y la contrainteligencia militar y policial capturaron en Bogotá a dos militares activos, un civil armado y una mujer que se hacía pasar por capitán de la Policía.

Las pesquisas apuntan a que el grupo, al parecer, buscaba obtener información sensible sobre la agenda y la seguridad del presidente Gustavo Petro.

Pero lo más inquietante es que, meses antes, ya había quedado constancia escrita de estas irregularidades. El sargento David Rubiano asegura que el 16 de mayo entregó a la Inspección General del Ejército un informe en el que detalló la infiltración y otras anomalías ocurridas en el Batallón Guardia Presidencial.

A su juicio, ese documento revelaba cómo se estaba gestando un supuesto plan de infiltración en la unidad encargada de la seguridad preside

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