Madrid. El cantautor y poeta barcelonés Joan Manuel Serrat volvió a elevar la voz por la injusticia, como ha hecho la mayor parte de su vida. Y ahora lo hizo para denunciar el genocidio al que se está sometiendo al pueblo palestino, que “es un ejemplo del pavor, de la ignominia, de hasta dónde puede llegar la humanidad o la inhumanidad”. Tras recibir el Premio Cortes Real Isla de León, que le entrega la ciudad gaditana de San Fernando por su larga trayectoria, Serrat reconoció que el mundo actual le parece “hostil e insolidario” y que “no me gusta”.
A sus 82 años y retirado de los escenarios, que no de la música ni de la escritura, Serrat se prodiga sobre todo en actos públicos, muchos de ellos para rendirle homenaje a su larga carrera de artista y luchador activo por la libertad, la dem