Hay un país que está apostando fuerte por recuperar el protagonismo naval que lo convirtió en una potencia histórica, Reino Unido. Mientras Estados Unidos y China concentran la atención por su capacidad militar, Londres prepara una jugada estratégica que podría inclinar la balanza en caso de una confrontación global, como es la modernización de su Royal Navy con una nueva generación de buques logísticos.

La iniciativa, valorada en 1.600 millones de libras, permitirá a la Armada británica mantener desplegadas a sus unidades de combate en los océanos durante periodos prolongados, sin depender de bases cercanas. Esta capacidad de autonomía logística podría ser tan determinante como la propia potencia de fuego si se llegara a un escenario de guerra mundial.

El plan contempla la construcci

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