El arzobispo de València y gran canciller de la Universidad Católica de València (UCV), Enrique Benavent, ha lanzado un mensaje contundente durante a la extrema derecha en la apertura solemne del curso académico, rechazando así los principales mantras que se promulga desde este sector contra la inmigración.

En su intervención, ha subrayado que “criminalizar a una persona por el hecho de pertenecer a un determinado colectivo, sea el que sea, es una inmoralidad” y recordó que la misión de la universidad es denunciar actitudes que fomentan la exclusión, incluso cuando provienen “desde poderes públicos”. Con estas palabras critica la corriente de la derecha y la ultraderecha de señalar la inmigración como foco de delincuencia, y especialmente a los menores y la deshumanización a los que se les condena bajo la etiqueta de 'menas'.

Benavent ha insistido en la importancia de la convivencia en la actual realidad social: “Estamos en una sociedad multicultural y multirreligiosa, y debemos aprender a convivir. La doctrina social de la Iglesia ofrece luz sobre estas cuestiones, pues afirma que el Estado debe regular el ejercicio de la libertad religiosa desde tres principios: el respeto a la dignidad de la persona, la búsqueda del bien común y la necesidad de garantizar el orden público”. En este sentido, consideró que prohibir el ejercicio público de una religión, cuando no existen amenazas al orden público, “es contrario a la libertad religiosa”.

No es la primera vez que Benavent tiene mensajes en este sentido, puesto que con anterioridad ya se ha postulado contrario a la expulsión como única solución a la inmigración .

Durante su discurso, el arzobispo también trazó algunas líneas de futuro para la UCV, destacando la necesidad de afianzar la relación con la sociedad valenciana. Recordó que la universidad ha mostrado un papel activo en situaciones de crisis: “La UCV ha sabido reaccionar ante los problemas que ha vivido la sociedad valenciana –como sucedió después de la dana–, a través de una presencia visible con la que hemos intentado estar al lado de los que sufrían”.

Asimismo, defendió que la institución vive “un proceso de constante renovación”, para no caer en la inmediatez ni en lo meramente pragmático, y situó a las personas en el centro de la acción universitaria, tanto en la investigación como en la acción social.

“Derecho a vivir en paz” de Gaza

Por su parte, el rector de la UCV, José Manuel Pagán, ha apostando por el diálogo “ante la situación de guerra entre Israel y los palestinos de Gaza”. Así ha señalado que “cuando es honesta, la diplomacia no rebaja la verdad, sino que la busca como fundamento de un acuerdo estable. Mantenerse fiel a la verdad no significa negar la complejidad política. Significa, más bien, dejar que los principios no negociables -la dignidad de la vida, la libertad religiosa, el derecho de los pueblos a vivir en paz y seguridad- guíen los esfuerzos de negociación y reconciliación”.

“La institución universitaria se debe a la verdad, que no debemos comprometer; y la verdad es que toda persona, israelí o palestina, judía, cristiana o musulmana, posee una dignidad inviolable porque ha sido creada a imagen de Dios. Negar esta dignidad, justificar la violencia ciega o el desprecio de vidas inocentes, es traicionar esa verdad”, ha asegurado.