Una nueva masacre en la cárcel de Esmeraldas, Ecuador, dejó al menos 17 reclusos muertos este jueves. Este trágico suceso se produjo en el Centro de Rehabilitación Social de Varones número 2, donde se desató un enfrentamiento entre bandas rivales. La Policía Nacional informó que los disturbios comenzaron alrededor de las 03:00 hora local, en medio de una disputa entre tres grupos criminales: ‘Los Tiguerones’, ‘Los Lobos’ y ‘Los Choneros’.

Los cuerpos de los fallecidos fueron encontrados desmembrados y apuñalados, lo que evoca episodios de violencia extrema en el sistema penitenciario ecuatoriano. Las imágenes que circulan en redes sociales muestran a varios hombres tendidos en el suelo, con el torso desnudo y ensangrentados. Este incidente se suma a la ola de violencia que ha cobrado la vida de aproximadamente 600 presos desde 2021, en enfrentamientos similares.

La situación se tornó caótica, con explosiones y disparos que resonaron en la madrugada. Testigos en las cercanías reportaron que escucharon gritos y lamentos, mientras familiares de los reclusos se agolpaban en los exteriores del penal, buscando información sobre sus seres queridos. Una mujer que se encontraba en el lugar comentó: “Hay mujeres que desde las cinco y media de la mañana se botaron a las calles aquí a preguntar por sus familiares”.

Este nuevo brote de violencia ocurre solo tres días después de una masacre en la cárcel de Machala, donde 14 personas perdieron la vida, incluyendo a un guardia penitenciario. Las cárceles ecuatorianas han dejado de ser simples centros de reclusión y se han convertido en territorios de organizaciones criminales que luchan por el control interno.

El presidente Daniel Noboa declaró en enero de 2024 un “conflicto armado interno” en respuesta a la crisis de seguridad que afecta al país. Desde entonces, las cárceles están bajo control militar, pero esto no ha logrado frenar la violencia. La situación en Esmeraldas es un reflejo de la creciente crisis de seguridad en Ecuador, que se ha visto exacerbada por la lucha entre bandas narcotraficantes en la región.