Ni por ser un día laborable se redujo la expectación para un encuentro por el que hubo que esperar casi un cuarto de siglo. La ciudad latió durante todo el día, ambiente de fútbol para vivir la visita del Barcelona que, como es habitual ahora en los denominados clubes 'grandes', apenas estuvo doce horas en tierras asturianas. La afición terminó con el disgusto de la derrota, pero con el orgullo de haber tuteado a todo un Barcelona, que estuvo contra las cuerdas durante muchos minutos.
El municipal ovetense, que aumentó su aforo con las últimas obras, registró un lleno histórico con 29.850 espectadores. En el encuentro ante el Real Madrid la asistencia había sido de 29.758. Seguidores que estuvieron entregados con los suyos en todo momento, contagiados por el buen comienzo del equipo.
E