Si Junts saca algo en claro tras esta semana horribilis –que empezó con la devastadora encuesta de La Vanguardia y siguió con el portazo de Podemos a la cesión de competencias migratorias a Cataluña – es que Míriam Nogueras no se toca . Más bien al contrario.
La insurrección de algunos alcaldes , que se han visto estos días con fuerza para expresar su malestar con la deriva del partido, no ha hecho más que enrocar a Waterloo en sus trece. Y la líder de los posconvergentes en Madrid es de la total confianza de un Carles Puigdemont que, mientras se replantea su futuro y el de la legislatura española, pretende dejar claro que sigue mandando él .
El tsunami Orriols aboca a Junts a anticipar el fin de la era Puigdemont
El papel protagonista de Nogueras, en cualqu