Luis Alonso Hernández
Uno de los discursos más poderosos de la historia contemporánea fue pronunciado por Martín Luther King, el 28 de agosto de 1963 en las escaleras del monumento a Abraham Lincoln. Ese día, el carismático defensor de los derechos civiles habló frente a unas 200 mil personas que protestaban por la libertad, mejores condiciones en el contexto laboral y la extrema segregación racial que experimentaba Estados Unidos para esa época.
Esta pieza se tituló “Tengo un sueño” y está arraigada profundamente en un mundo de libertades, en el cual las personas puedan vivir con dignidad pese a las diferencias propias de la especie humana. Ese día, Luther King exigió el fin del racismo, describiendo precisamente su sueño, “que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero signi