Cierra los ojos un instante e imagina el país con más robots en sus fábricas . Lo lógico sería pensar en Japón, y no pocos incluirían también a Estados Unidos en la quiniela. Sin embargo, las cifras más recientes señalan otro destino y lo hacen con claridad: China, donde la robótica ha dejado de ser un experimento para convertirse en el pulso diario de la producción. Conviene precisarlo desde el arranque: no hablamos de humanoides de escaparate, sino de robots industriales de soldadura, manipulación y ensamblaje, los que están transformando cómo se fabrica y a qué velocidad.
El último informe de la Federación Internacional de Robótica ofrece la fotografía más clara de este fenómeno. Solo en 2024, las fábricas chinas instalaron cerca de 300.000 robots industriales, una cifra superior a