Su nombre guarda un significado con el que ella se siente más que identificada. Salma, de origen árabe, se puede traducir como "paz, seguridad o tranquilidad". Y ella, la princesa Salma de Jordania, cree en el primero de dichos términos a pies juntillas. Por eso, a sus 25 años, los cuales precisamente cumple este mismo viernes, ya se ha convertido en toda una defensora del fin del genocidio israelí en Palestina, habiendo ella mismo tomado parte en el envío de ayuda humanitaria a Gaza a pesar de que eso la llevó, incluso, llegando a ser el centro de una campaña de desinformación.

La princesa Salma bint Abdalá nació en el Centro Médico Rey Hussein de la capital del país, Amán, el 26 de septiembre del año 2000, convirtiéndose en la tercera —la segunda hija— de los cuatro vástagos que han ten

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