Donald Trump ha dejado claro que no permitirá que Israel se anexe Cisjordania, marcando un cambio significativo en la política estadounidense hacia la región. En declaraciones realizadas desde el Despacho Oval, el presidente de EE.UU. afirmó: "No permitiré que Israel anexe Cisjordania. ¡Ya es suficiente! Es hora de detenerlo". Estas palabras se producen justo antes de la llegada del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, a Nueva York para participar en la Asamblea General de la ONU.
Trump ha expresado su firme oposición a las intenciones de algunos funcionarios israelíes que han sugerido la posibilidad de anexar partes de Cisjordania. "No va a suceder", reiteró, enfatizando que ha hablado con Netanyahu sobre este tema. La posible anexión ha sido un punto de tensión, especialmente después de que varios países, incluidos el Reino Unido y Canadá, reconocieran recientemente al Estado palestino.
El presidente palestino, Mahmoud Abbas, también ha hecho declaraciones desde Ramala, agradeciendo a los países que han reconocido a Palestina y afirmando que "Hamás no tendrá ningún papel que desempeñar en la gobernanza". Abbas subrayó la importancia de que un futuro Estado palestino asuma la responsabilidad de Gaza tras la retirada israelí y que esté conectado con Cisjordania.
En medio de este contexto, Trump se reunió con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y realizó un comentario que sorprendió a muchos: "Él sabe más que nadie de elecciones amañadas". Este comentario se produce en un momento en que Trump enfrenta críticas por sus propias acusaciones sobre las elecciones de 2020. Además, Trump instó a Turquía a dejar de comprar petróleo a Rusia, en el marco de la ofensiva contra Ucrania.
La situación es delicada, ya que Israel está llevando a cabo una ofensiva en Gaza y expandiendo asentamientos en Cisjordania. Netanyahu, quien lidera el gobierno más nacionalista de la historia de Israel, ha estado bajo presión para profundizar el control israelí sobre los territorios ocupados. Sin embargo, Trump ha dejado claro que no apoyará la anexión, lo que podría complicar la posición de Netanyahu en su coalición gobernante.
La comunidad internacional considera que los asentamientos en Cisjordania son ilegales y un obstáculo para la paz. Actualmente, más de 700,000 colonos israelíes viven en Cisjordania, donde coexisten con aproximadamente 2.7 millones de palestinos. La expansión de los asentamientos ha sido objeto de condena internacional, especialmente en el contexto de la reciente escalada de violencia en Gaza.