“Si ver un insulto escrito incomoda, imaginen lo que es ser víctima de esos insultos” . Con esas palabras, el artista Lalo Alegre resume la esencia de Aquí estamos, aunque nos maten , una pieza que creó como homenaje y denuncia ante los crímenes de odio hacia la comunidad LGBTQ+.

La obra —un altar de 30 cráneos de cartonería pintados con los colores de la bandera arcoíris— que presuntamente estaba destinada a presentarse en el museo de arte popular de Oaxaca, esto bajo la premisa de dar voz a los cartoneros. Cada cráneo llevaba inscrito un insulto común dirigido a personas de la diversidad sexual, además de una ficha con el nombre de una víctima , un breve resumen de la noticia y un código QR que enlaza a la fuente original.

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