El cacao tiene sus raíces en las antiguas civilizaciones maya y azteca , que consideraban este fruto un alimento sagrado. Sin embargo, el salto a Europa y su transformación en chocolate a la taza se produjo en un rincón de Aragón. Aunque el cacao ya había llegado a España, no fue hasta 1534 cuando los monjes del Monasterio de Piedra elaboraron por primera vez esta bebida caliente, a la que añadieron azúcar, canela y vainilla para suavizar su amargor natural.
LA RECETA QUE CRUZÓ EL ATLÁNTICO
El responsable de este hallazgo fue Fray Jerónimo de Aguilar , un monje cisterciense que acompañó a Hernán Cortés en su expedición a México. Aguilar envió un saco de semillas de cacao y la receta original al abad del Monasterio de Piedra, Antonio de Álvaro . De esa forma nació la pri