La disminución del apetito en gatos es un problema frecuente que puede tener múltiples orígenes. Inicialmente, un cambio en el alimento puede provocar el rechazo temporal de la comida debido a modificaciones en su olor, sabor o textura. Esta situación suele ser transitoria y puede resolverse volviendo al alimento previo.
Sin embargo, la inapetencia prolongada representa un riesgo significativo para la salud felina. La falta sostenida de ingesta alimentaria puede desencadenar la pérdida de peso, deterioro muscular y el potencial desarrollo de lipidosis hepática , una condición grave que puede conducir a una insuficiencia hepática crónica.
Es fundamental distinguir entre la inapetencia verdadera —donde el gato no muestra — y la incapacidad para alimentarse . Las causas de inapete