La seguridad del futuro podría depender de materiales cuyo movimiento sea constante, creando un patrón dinámico casi imposible de replicar . Lo que hasta ahora parecía un concepto reservado a la ciencia ficción se ha convertido en una realidad tangible gracias a un equipo de físicos que ha logrado desarrollar un material con estas características, abriendo la puerta a sistemas de autentificación mucho más complejos que cualquier holograma estático.
De hecho, la base de este avance es una forma exótica de la materia conocida como cristal de tiempo. A diferencia de los cristales convencionales, como el cuarzo o un simple grano de sal, cuya estructura atómica se repite en el espacio, los cristales de tiempo añaden una cuarta dimensión a esta simetría. Su particularidad reside en que su est