La Huasteca Potosina está perdiendo su selva a un ritmo alarmante, en apenas 16 años, más de 36,200 hectáreas de vegetación original han desaparecido por la expansión agropecuaria, según el estudio La biodiversidad en San Luis Potosí de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), esta devastación equivale a más de 50,000 canchas de fútbol de selva que antes sostenían a las comunidades y a un vasto mundo animal.
La pérdida de selva no es solo un dato estadístico: afecta directamente la vida de quienes habitan la región. Los ríos bajan su caudal, las lluvias provocan inundaciones más intensas y plagas como la langosta destruyen cultivos básicos como maíz y frijol.
Los pueblos tének y nahua enfrentan la presión de la agricultura y la ganadería, lo que amen