Nueva York, Estados Unidos.- La llegada del primer ministro israelí a la sede de la Organización de las Naciones Unidas en Nueva York provocó una reacción inmediata: delegados de varios países optaron por abandonar la sala, a modo de protesta, justo cuando el mandatario se disponía a intervenir en la cuarta jornada de la asamblea anual de jefes de Estado. Este gesto marcó el inicio de una sesión en la que el líder israelí centró su discurso en la situación actual en Medio Oriente.
En el momento en que tomó la palabra, la sala había quedado prácticamente vacía. Se desconoce si había habido una concertación previa entre los diplomáticos para llevar a cabo esta acción de protesta, que sumó a cerca de un centenar de delegados.
Por otra parte, otros representantes diplomáticos habían tomado a