E uropa ha salido en tromba en Bethpage, Nueva York, dispuesta a regresar con la Ryder Cup en los brazos en uno de los grandes desafíos que existen en el deporte. La sesión matinal del viernes puso un 3-1 a favor del equipo de Luke Donald, en una modalidad, los foursome (golpes alternativos) en los que el Viejo Continente, como si se tratara de una traslación de la política que tanto añora, se siente cómoda y solidaria.
Bethpage se calentó antes del amanecer. A las 5.30 de la mañana la grada del tee del 1, una tribuna de 5.000 personas, ya era un coro de apoyo hacia el equipo que capitanea Keegan Bradley, sobrepasado en la ceremonia de inauguación, sobrepasado también en su rol de líder. Todo lo salió mal. Incluído su intento de incendiar la Ryder desde el primer partido. Alineó a sus