Las ocurrencias de Donald J. Trump nunca son inocentes. Sus nuevos aranceles —100 por ciento a medicamentos de marca producidos fuera de EEUU y 25 por ciento a camiones pesados importados, incluidos los fabricados en México— llegan justo en la antesala de la renegociación del acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). El calendario no es casual: con los plazos de revisión del acuerdo comercial más importante de la región acercándose, Trump coloca a México en una posición vulnerable desde el inicio.
El arancel del 25 por ciento a los vehículos de carga amenaza directamente a la industria automotriz mexicana, uno de los sectores más integrados en la cadena de valor regional. Plantas de Daimler Truck (Freightliner) y Grupo Traton International en México producen miles d