“¿Por qué los bomberos y todos nos quedamos sin agua para apagar las llamas? ¿Por qué no apagaron por completo la electricidad y evitaron que las chispas alimentaran la tormenta de fuego?”, son preguntas que todavía se hacen residentes de Altadena, donde el incendio Eaton, que por sí solo causó la muerte de 19 personas, la destrucción de más de 9,400 estructuras, incluyendo viviendas, escuelas e iglesias, y devastó más de 10,000 acres de terreno.
Las interrogantes surgen, luego de que se dio a conocer el informe titulado “Revisión posterior a la acción de los sistemas de notificación de alerta y políticas de evacuación para los incendios Eaton y Palisades”, que devastaron el sur de California en enero.
“La lumbre venia de allá arriba”, señalaba con su mano hacia las montañas del Valle de