El travelling lateral con el que empieza la última película de la cineasta india Payal Kapadia es una introducción magnífica a la infinita ciudad de Bombai.
La esencia de la ciudad se puede vislumbrar en un único plano; la vida cotidiana de una metrópolis en la que trabajan millones de personas se vuelve tangible, como también, gracias a los planos que se encadenan al primero, la sensación de multitud que cualquier persona que visite la nación de Tagore, Gandhi y Ray confirma de inmediato en relación con su percepción del espacio.
Kapadia añade a esa introducción voces en off que explican las razones de estar en Bombai. Así, la multitud se singulariza en los relatos, y cuando casi han pasado cinco minutos, recién ahí, a dos de los tres personajes principales se los ve por primera vez. ¿Q