Esta silla significa libertad”, dice Cruz Melián (52), cuando intenta agradecerle a su amigo todo lo que ha hecho por él y el valor que tiene el proyecto que trabajaron juntos el último año. Junto a su amigo del alma, Fernando Cadario (43), construyeron una silla bipedestadora que le permite pararse, algo tan necesario para su cotidianidad, pero también para su organismo.
“Estoy muy agradecido con él, porque es un genio, porque me acompaña en todo”, dice Cruz a ADNSUR con un agradecimiento que va más allá de las palabras. “Me ayuda con las ideas que tengo y esto fue buenísimo para mi salud. Mi vida dio un giro muy grande: la libertad para llegar a las pequeñas cosas , que ustedes no les dan importancia; llegar a un vaso, estar cocinando y estar intentando ver dentro de la olla.