Nicolás Balinotti

La inédita intromisión de Donald Trump en la política doméstica de la Argentina tuvo dos impactos inmediatos. El primero fue que el anuncio de un préstamo de US$20.000 millones para reforzar las reservas frenó la corrida cambiaria que amenazó la semana pasada con llevarse puesto al equipo económico, que encabeza Luis Caputo. Desde el lunes hasta el jueves, hubo una súbita calma en los mercados, con caídas del valor del dólar y del riesgo país. Ayer, hubo otra vez turbulencias. No hay todavía señales nítidas de estabilidad y repunte a pesar del auxilio estadounidense.

El segundo coletazo fue netamente político, a partir del mensaje del influyente secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien condicionó la ayuda financiera y las inversiones de las empresas de su país al res

See Full Page