Ángel Di María es un polo de atracción no sólo en Rosario, sino en todas las canchas del fútbol argentino. Quedó demostrado en el estadio de Gimnasia, en La Plata, donde fue el único futbolista ovacionado por los poquitos hinchas presentes cuando el plantel canalla llegó al estadio.

"Fideo, Fideo, ídolo" , le gritaron desde una de las populares, apenas divisaron al múltiple campeón con la selección argentina. Fue el único jugador que recibió el cariño de la gente. Para el resto sólo hubo todas chicanas.

Di María fue uno de los últimos en bajar del micro y antes de encaminarse rumbo al vestuario visitante escuchó los gritos de los simpatizantes del Lobo, que lo aguardaban ansiosos.

Fideo sonrió primero y luego de mirar hacia arriba, donde estaban apostados los hinchas, levantó el br

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